
Estás con esa sensación de molestia con tu vida? Si estás en esa condición, tienes algunas opciones para salir de ahí y caminar más liviano. Esencialmente tomar conciencia que estás vivo, de lo contrario no estarías sintiendo y tampoco te cuestionarías. Ahora que ya sabes que respiras y que existes, es cuando debes mirar hacia el interior y buscar el origen de esa intranquilidad. A partir de ese descubrimiento ya puedes ir limpiando el camino y buscar soluciones.
Primero que nada está tu autovaloración. Dándote el valor que tienes, sin ego, ahí comienza el camino a una satisfacción. Probablemente tu entorno no cambiará, de alguna forma el Universo y/o tu alma te llevaron hacia donde estás, y seguro estás en el lugar correcto, con esa aceptación; recuerda que en todo hay un aprendizaje. Entonces ahora, con amor hacia ti mismo y con la certeza que todo está como debe ser, aún cuando deba cambiar, obsérvate y mira a tu alrededor. Lo que se hizo se hizo, y lo que no, ya no fue. Profundiza, conéctate contigo y haz el cambio; pero el cambio comienza por el prisma con el cual estás viendo las situaciones. Cambiar la actitud, los pensamientos de oscuros a luminosos, de la soberbia a la humildad, de la rabia a la alegría, sin dramatizar, y ríe, ríe mucho que con eso se aleja la oscuridad y se ve todo menos grave.
“Recuerda que la felicidad no depende en quién eres o qué tienes; depende únicamente en lo que piensas.” Dale Carnegie